miércoles, 24 de febrero de 2010

sábado, 20 de febrero de 2010



El programa ha dejado algunos espacios de más entre línias.

Quevedo, Marc Rodriguez

domingo, 24 de enero de 2010

http://es.calameo.com/read/000163008e63d74cefba5

rimas y leyendas marc rodriguez
pon esto en el buscador de internet y te saldra mi trabajo.

miércoles, 20 de enero de 2010

martes, 19 de enero de 2010

Redacción de lazarillo

REDACCIÓN DE LAZARILLO
Esta es la historia de cómo un niño llamado Matías, pasó de ser un niño de la calle que daba pena a todo el mundo, a ser un respetado medico del Clínico.
Matías era un niño al que tanto familia como compañeros de escuela adoraban, todo era perfecto en su familia: un padre médico que trabaja en el mejor hospital de Barcelona, y una madre la cual era la mejor abogada de la ciudad.
Pero todo era muy bonito para que durase tanto, y un buen día, Matías recibió la triste noticia de que sus padres habían muerto en un accidente de coche.
Él pasó a ser cuidado por sus tíos, unos ricachones de Sarriá a los que no caía muy bien por los celos a sus padres.
En esa casa todo eran malas intenciones para el niño, se tenía que levantar pronto e ir a acostarse tarde para hacer faenas de la casa.
Hasta que un día se cansó de esa vida, y se fue a vivir a la calle donde aprendió a sobrevivir por sí mismo y a ingeniárselas para poder seguir viviendo.
Un día, que se encontraba cerca del trabajo de su padre, un amigo de la familia de toda la vida lo vio, y al saber lo que le había pasado, decidió acogerlo en su humilde casa, y le pago los estudios que él quisiera.
Esos estudios fueron los de médico, para honrar de alguna manera la muerte de sus padres, y así lo hizo.
Al cabo de 4 años empezó a trabajar en el Clínico, y dos años después fue nombrado jefe de su especialidad (cardiología) y pasó a ser un hombre respetado en cuanto a este campo.

domingo, 10 de enero de 2010

Lazarillo de Tormes

REDACCIÓN DE LAZARILLO
Un joven muchacho de origen latino de ocho años vino a España con su madre, huyendo de una terrible catástrofe allí en su país. Su madre, que quedó herida de la catástrofe, a los pocos días de llegar a España murió. El joven muchacho tubo que apañárselas para sobrevivir en la calle.

Durante algunos meses pudo sobrevivir por las calles de una ciudad fría en invierno, una ciudad llamada Madrid, gracias a la caridad de algunos habitantes, hasta que un día, por razones humanitarias, un señor de unos sesenta y cinco años que era relojero, que ya estaba viudo, decidió acogerlo.

El joven muchacho se encargaba de hacer algunos recados para el relojero y le ayudaba a éste en las tareas del hogar. El joven estuvo alojado en esa casa alrededor de tres meses. Pero no todo iba bien, de echo al poco tiempo de acoger al muchacho, el relojero se aprovechaba en exceso de las habilidades de éste. El joven muchacho aguantó un tiempo ya que no quería volver a las frías calles de Madrid, pero un día escapó y volvió a enfrentarse a la dura realidad.

Después de dos meses más de estar en la calle solo, el joven muchacho ya sabía apañárselas él solo para sobrevivir en una ciudad sin tener un hogar. Pero, inesperadamente un señor de unos 50 años que se dedicaba a la mecánica y que llevaba varios días observando al muchacho intentó hablar con él. El joven no muy convencido de lo que intentaba decirle el mecánico, intentaba evitarlo ya que por su pasada experiencia con el relojero no quería volver a esa situación, pero sin embargo cedió.

Durante los primeros días el joven pasaba bastante tiempo en la calle durante el día, y ayudaba al mecánico a hacer tareas del hogar y le hacía algunos recados. Poco a poco el mecánico fue enseñándole su profesión y éste iba aprendiendo con rapidez así que el mecánico le ofreció trabajar con él en su taller. El muchacho aceptó y con esto, a los dieciséis años había juntado el suficiente dinero como para independizarse e ir tirando él solo en su propia casa.