martes, 19 de enero de 2010

Redacción de lazarillo

REDACCIÓN DE LAZARILLO
Esta es la historia de cómo un niño llamado Matías, pasó de ser un niño de la calle que daba pena a todo el mundo, a ser un respetado medico del Clínico.
Matías era un niño al que tanto familia como compañeros de escuela adoraban, todo era perfecto en su familia: un padre médico que trabaja en el mejor hospital de Barcelona, y una madre la cual era la mejor abogada de la ciudad.
Pero todo era muy bonito para que durase tanto, y un buen día, Matías recibió la triste noticia de que sus padres habían muerto en un accidente de coche.
Él pasó a ser cuidado por sus tíos, unos ricachones de Sarriá a los que no caía muy bien por los celos a sus padres.
En esa casa todo eran malas intenciones para el niño, se tenía que levantar pronto e ir a acostarse tarde para hacer faenas de la casa.
Hasta que un día se cansó de esa vida, y se fue a vivir a la calle donde aprendió a sobrevivir por sí mismo y a ingeniárselas para poder seguir viviendo.
Un día, que se encontraba cerca del trabajo de su padre, un amigo de la familia de toda la vida lo vio, y al saber lo que le había pasado, decidió acogerlo en su humilde casa, y le pago los estudios que él quisiera.
Esos estudios fueron los de médico, para honrar de alguna manera la muerte de sus padres, y así lo hizo.
Al cabo de 4 años empezó a trabajar en el Clínico, y dos años después fue nombrado jefe de su especialidad (cardiología) y pasó a ser un hombre respetado en cuanto a este campo.

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